Demostrando que sólo actúan y no han cambiado, el presidente del consejo de ministros Jorge del Castillo ha anunciado que, en materia de obras y políticas sociales, prioridad tendrán los distritos que votaron el Partido Aprista.
Como era de esperarse, esta noticia, que hubiera sido una hecatombe política en cualquier país con una clase política mediana, aquí -salvo Perú 21- ha pasado desapercibida.
Con éxito el APRA ha logrado minimizarla.Es obvio. Todo se puede, con el Congreso que tenemos, un Congreso que a la fecha no puede entender acciones tan comunes como aquellas llamadas control político o fiscalización.
A la fecha la politización de los programas sociales es evidente así como el copamiento del aparato del Estado. Construyendo Perú es un programa social dedicado a obras públicas que ha sido completamente politizado. En buena hora que le hayan cambiado de nombre. El exitosísimo e imparcial A Trabajar Urbano no merecía ser contaminado y desprestigiado en la memoria popular, de allí que agradecemos que le hayan cambiado de nombre por Construyendo Perú. Desde que la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza dejo de presidirla el padre Gastón Garatea y cayó en manos de un funcionario aprista como Javier Abugattás, el programa Construyendo Perú politiza su acción en favor de gobernadores apristas, con la corrupción que esto conlleva.
De allí que no nos llama la atención el arranque de sinceridad que ha tenido el señor Jorge del Castillo, candidato presidencial 2011 del Partido Aprista. En conjunto con la señora Susana Pinilla y Mercedes Araoz ya vienen preparando la estrategia de la plancha presidencial.
Lo lamentable es que este estilo clientelista y sectario que demuestra la administración aprista perjudica a los más pobres, de allí la baja popularidad presidencial a pesar de tener dinero, mucho dinero, nula o mediocre oposición, medios de comunicación mayoritariamente complascientes y silenciosos y un pacto con el grupo más corrupto de la historia como fue el fujimontesinismo.
No creo que prospere la amenaza del señor Isaac Meckler de acusar constitucionalmente al señor Jorge del Castillo. De la actual oposición congresal no podemos esperar nada.