Tengo mis dudas respecto al índice de inflación que, de manera ufana, presenta el señor Renán Quispe del INEI. En primer lugar, como bien dicen en sus artículos Jürgen Schuldt y Humberto Campodónico, los registros del INEI son de la Lima urbana y NO del Perú. Por tanto el índice de 3,8% con que asegura cerrará la inflación el año 2007 en realidad estaría siendo del 5%. Es lo lógico. En forma diaria, los que seguimos la política nacional, escuchamos las quejas de compatriotas del interior del país respecto al incremento de los precios de primera necesidad. En el ámbito limeño, basta con visitar un mercado de abastos, para darnos cuenta que los precios están subiendo: hay por tanto una mayor inflación. Y si a eso le agregamos la incompetencia del Ministro de Economía Luis Carranza que cede y cede ante las exigencias politiqueras de su jefe pues se está configurando el cuadro inflacionario que el próximo año debe superar el 5%.
Sostengo que nuestra economía no está creciendo: se está hinchando. No está ligada al valor agregado como se pretende hacernos creer. Está fundamentada en préstamos personales que incentivan el consumo, en la construcción de departamentos y casas que pronto no habrá quién compre y en el derroche y el regalo (bonos de solidaridad) populista del dinero de todos los peruanos.
La inflación en algunas ciudades del interior del país se acerca peligrosamente al 10%. El profesor Jürgen Schuldt en su excelente y altamente recomendable blog "Memorias de Gregorio Samsa" nos muestra el siguiente relato casi kafkiano "Resulta, sin embargo, que el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), si tomamos como referencia el periodo anual ‘octubre 2007 vis a vis octubre 2006’, nos daremos con la sorpresa que la limeña es la tasa anual más baja de todas las ciudades del país (3,08%). Incluso hay dos urbes que sobrepasan el 8% anual (Arequipa y Moquegua), otras dos el 7% (Cusco y Pucallpa) y la gran mayoría de las demás está entre 5% y 7%; lo que sí es extremamente preocupante". Compartimos la preocupación del profesor Schuldt. Más aún luego de ver la actuación pública del jefe del INEI en el último censo, que desde mi punto de vista, fue una estafa al país sobre la cual algún día tendrá que rendir cuentas.
Este gobierno está haciendo todos los esfuerzos por superar al primer gobierno de Alan García. En materia de corrupción ya batió su propio record de corruptelas el primer año, viene de nuevo Soda Stereo, la militancia aprista sigue repletando la administración pública, hay incompetencia en todos los ministerios, se invita al Papa, hay reuniones internacionales, se incrementa la tortura en la policía, regresa -aunque solapa- gente de Mantilla al Ministerio del Interior, los empresarios -cuándo no- están embelesados, la prensa es complaciente (¿o comprensiva?) y hay -claro que hay- inflación, cada vez más inflación.
Es necesario, ahora que la mayoría de entidades económicas han sido contratadas como consultoras del gobierno (una forma elegante de decir cooptadas), que entidades de alto prestigio como la Facultad de Economía de la UNMSM o la PUCP o el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico inicien el seguimiento de la inflación en el país, de manera independiente. Lamentablemente, como van las cosas no se puede confiar en las estadísticas oficiales menos aún si vienen del INEI o del Ministerio de Trabajo.