miércoles, 26 de diciembre de 2007

Entre las buenas formas y el cálculo político


Para nadie es un secreto la forma como trató el APRA a Lourdes Flores en el último proceso electoral. Para el ataque descortés y agresivo no hubo distinción de género. Inclusive, ya en el recuento electoral, se decía que García le había ganado a Flores en la mesa, apoyándose en una fuerza de personeros duchos que eliminó cuanta inconsistencia encontraron en la votación de Lourdes Flores.

García ganó. Flores Nano perdió. Así es la democracia. Pero la Dra. Lourdes Flores atada a una relación con los empresarios de la cual no puede escaparse tuvo que optar por el acompañamiento silencioso al gobierno de García. Hará una "oposición selectiva" dijo en su nuevo mandato al frente del PPC y lo reafirmó en reciente entrevista con el diario oficioso El Comercio.

En realidad la posición política que pueda tener Lourdes Flores Nano ya no interesa. Su fuerza radicaba en el apoyo empresarial que ahora le ha quitado Alan García. En términos crudos ya no interesa, pues hasta su bancada parlamentaria no le hace caso y es abiertamente gobiernista.

Como para ponerle el cerezo a la torta, García asiste al templo a golpearse el pecho por las fiestas de Pascua y adivinen a quién encuentra, junto a Víctor Andrés García y Rafael Rey. Pues a Lourdes Flores, que también había ido a escuchar las sagradas palabras a las que nos tiene acostumbrado el señor Cipriani sobre todo en materia de derechos humanos.

Entonces llegó el abrazo entre García y Flores Nano. Un abrazo espléndido con tanto calor y cariño que Alan cerró los ojos. Luego, en un gran gesto ante el cual la prensa se ha rendido, invitó a caminar a Lourdes Flores Nano junto a él y su mujer, Pilar Nores, la misma señora que en la campaña cuestionó a la lideresa del PPC por no ser mamá, según nos recuerda con solaz la edición impresa del diario El Comercio. Los tres caminaron "juntos como hermanos", miembros de la misma Iglesia, hasta las puertas de Palacio de Gobierno. Allí hablaron un poquito y Lourdes se quedó en la escalinata hasta que llegó su camioneta, se despidió y se marchó.

No hay nada que hacer. Para no quedarse solamente en las escalinatas ni en las puertas de Palacio se requiere de convicción y temperamento político.
¿Los tiene Lourdes Flores? Saquen ustedes sus conclusiones. En todo caso es penosa la forma como se comportan algunos líderes y lideresas de la mal llamada "oposición" en estos días.