El gobierno debe andar en serios problemas. Sus amigos de las encuestadoras les deben haber dicho que la popularidad anda en caída libre. De lo contrario no se entiende la sobrecampaña que el oficialismo viene haciendo en torno al llamado "tercio superior"como requisito para ser nombrado en el magisterio.
Ya hace poco más de un año, para ganar popularidad, el gobierno también la emprendió contra los profesores. Utilizó para ello los mismos medios con que hoy ataca a los profesores sin darles la oportunidad a que den su versión. Hace un año decían, en primera página, en titulares y en columnas de opinión, que era imperativo, necesario, imprescindible, evaluar a los profesores. Inclusive uno de estos "columnistas" comparó a José Antonio Chang con el Maestro Jorge Basadre. Tamaño atrevimiento.
De la evaluación hoy no se sabe nada. Salvo que sirvió para justificar la invasión de militantes apristas en el sector educación.
Posteriormente el gobierno hizo del Proyecto Educativo Nacional, la solución de todos nuestros males. Lo adoptó en el mismo Palacio de Gobierno. Anunció que era Política de Estado. Siendo un documento de primer nivel, a la fecha no ha pasado nada.
Hace cerca de cinco meses el gobierno lanzó otra medida educativa. La necesitaba para distraer a la opinión. Era la Ley de la Carrera Pública Magisterial. En ella no se contempla el famoso "tercio estudiantil". Pero no interesa. Se sabe que el APRA de García hace poco por respetar la ley.
En estos días el país se enreda en discusiones inmerecidas alrededor de un gran tema. Es equivocado indicar que esta confusión sea un debate como indica el director de Perú 21 Augusto Alvarez Rodrich. Lo que hay es una discusión, con ribetes, en algunos casos, de muy bajo nivel, como cuando el Premier y sus ministros insultan a los profesores. ¿Es eso un debate? De ninguna manera. A los profesores se les quiere encasillar como mediocres e incapaces. A los presidentes regionales como candidatos a la cárcel. A los técnicos educativos que conocen el tema como desfasados. Como dice Manuel Iguiñiz, si no han tenido la clase para negociar y dialogar, cómo podemos hablar de un debate.
Las políticas públicas del Dr. Alan García son de muy mala calidad porque se fundamentan en el efectismo, la coyuntura y la confrontación. No hay lo elemental: el mínimo consenso con los involucrados. Por eso el país pierde el tiempo en discusiones estériles que a nada, absolutamente a nada conducen.
Y que quede claro que si no existe debate y la discusión es de tan bajo nivel no es por culpa de los profesores sino de un gobierno que se encuentra en el tercio superior pero de la improvisación.
miércoles, 13 de febrero de 2008
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