Una oposición declarativa....

.....o sin dientes como diría Augusto Álvarez Rodrich. Lo cierto es que las pataletas de la oposición congresal deben causar risa al oficialismo.
Me explico. En una reciente entrada José Alejandro Godoy en su blog Desde el tercer piso reflexiona sobre una oposición cada vez menos importante y tiene toda la razón. Tenemos una oposición congresal donde los parlamentarios levantan la voz, se rasgan las vestiduras, discuten, insultan, se indignan, pero en los cabinas de radio, delante de un micrófono o en los sets de televisión. En otras palabras son una oposición mediática y declarativa que debe dar risa al oficialismo y ni siquiera entienden de qué manera manejar el poder que su rango les ha otorgado.
La oposición que está fuera del Congreso cumple, más o menos, con su papel de formar opinión, reunirse con bases, participar en foros y en tratar directamente con elementos individuales o colectivos de la sociedad. Pero a la oposición del Congreso le corresponde ejercer el control político y simplemente aparte de pasearse por medios de comunicación dando un espectáculo risible no hacen nada en donde corresponde: el Parlamento.
Si se trata de censurar a un ministro que no corresponde; si lo que se discute es una moción interpeladora que no se exagere; si hay que invitar a un burócrata que después; si hay que formar una Comisión Fiscalizadora no es para tanto. En el colmo del ridículo a este Congreso un par de funcionarios le cambian una autógrafa, se burlan del Pleno y de la PCM, y más allá de una suspensión no pasa nada.
¿Es esto una oposición?
En el fondo es el problema de llenar el Congreso de deportistas, empresarios, militares, periodistas, que descubrieron su vocación política por encima de los 45 años. Es lo que ha querido el pueblo y hay que respetarlo. Pero la falta de talante político ya constituye un problema que está afectando al régimen democrático.