Dra Adelaida Bolívar: Que en paz descanse

Ha fallecido la Dra. Adelaida Bolívar, ejemplo de corrección en el ejercicio de su función. Desde su paso por San Marcos hasta su renuncia silenciosa y sin duda a los pocos días del golpe de Alberto Fujimori la convirtieron en un personaje respetable.
Llegar al más alto cargo público y no ceder a las presiones de los poderes fácticos hicieron que se cuestionara, inmerecidamente, su trayectoria. Estos poderes mediáticos, sabedores de su poder de fuego y de lo fácil que es captar adherentes irreflexivos a causas injustas, intentaron triturar su imagen. Simplemente no lo pudieron. Adelaida Bolívar fue más que los comentarios y bajezas de turno.
No vale la pena, por el momento, polemizar con aquellos que esgrimen la pluma de manera miserable. Más aún cuando la Dra. Bolívar los miraba con pena y desprecio. Un desprecio del cual pueden hacer gala quiénes actúan con corrección y son sujetos de calumnias por intereses creados.
En nuestro país, más de una vez un personaje correcto ha sufrido de trituraciones mediáticas por no servir a intereses de turno. Estos personajes incómodos son los verdaderos antisistema. Mientras a personas corruptas y sin ética se les da categoría de luchadores anticorrupción, los verdaderos enemigos de los corruptos son defenestrados por algunos medios de comunicación.
La Dra. Bolívar descansa en paz. Al fin. Puedo decir con el orgullo que me brinda el haberla conocido que abogué por ella en CPN Radio y en este sencillo medio de expresión porque estaba y estoy convencido que siempre actuó con imparcialidad y sentido de honestidad y justicia.
Los mismos que la criticaron injustamente son los que usualmente callan ante las faltas éticas y corruptas de sus amigotes y cofradías.
Dra. Adelaida Bolívar descanse en paz. Sus principios y valores siempre la colocaron por encima de la miseria de algunos mortales.